domingo, 18 de diciembre de 2016

NUESTRA ALMOHADA, “UNA GRAN AMIGA”.


Es maravilloso poder levantarnos por la mañana y decir: “he descansado”…

Parecería que esto es normal… pues no, casi seguro que la culpable de descansar bien  no será “nuestra amiga la almohada”…

Y es que elegir una almohada, no basta con decir “yo quiero una almohada”, no es algo que tengamos que tomarnos a la ligera, no es nada fácil, debemos enfrentarnos a preguntas del tipo de qué tipo de almohada queremos, qué tipo de relleno debe llevar, cuál es nuestra postura al dormir…

Cuando vas a comprar una almohada, nos exponemos a que el dependiente de turno nos ofrezca toda una clase magistral, explicándonos los beneficios y bondades de los diferentes tipos de almohadas que hay en el mercado.

Bien, si queremos que no nos pille de improvisto, evitar la directa rueda de preguntas y seguir la conversación sin ningún problema, aquí os dejamos unas pautas en esa aventura de conseguir una “nueva amiga perfecta” que os facilite el descanso que tanto necesitáis.

·         ¿Cómo dormimos?

Esto es lo primero en lo que tenemos que pensar. Cada uno de nosotros tiene una particular forma de dormir. Estos hábitos no responden a nada en concreto, y suelen cambiar con la edad. Pero es importante que sepamos cuál es nuestra postura en la cama.

Si duermes boca arriba, necesitarás una almohada no demasiado gruesa ni firme.

Si duermes de lado, la almohada tiene que tener más grosor y más firmeza (aún mayor cuanto más anchos sean los hombros).

Si duermes boca abajo, la almohada tendrá que ser más blanda y más fina. Hay muchas personas que no utilizan ni almohada en estos casos....

·         ¿Qué tipo de relleno debe llevar?

Una vez que tenemos la postura, viene lo más divertido: el tipo de relleno.

·       Sintético: el relleno de fibra sintética es el más común. Son firmes y de fácil lavado. Son las más comunes, sobre todo por su precio; suelen ser las más baratas.
·       Espuma: la firmeza de estas almohadas depende de si la espuma es de una sola pieza, o si se compone de varios trozos de espuma. Las almohadas anatómicas suelen estar hechas de espuma. Se adaptan bien al cuello y son una buena opción calidad-precio.
·       Pluma: este relleno es algo más caro. El relleno de pluma o plumón natural suele tener poca firmeza, no tienen buena transpiración y no se deben lavar... pero son muy agradables y aportan mucho descanso. ¡Ojo con las alergias!
·       Látex: los últimos años, el material estrella. Es natural, transpira muy bien y se adapta con facilidad.
·    Viscoelásticas: el relleno de estas almohadas es espuma de poliuretano. Su mayor ventaja: la adaptabilidad. Buena elección calidad-precio. Destaca la última novedad de almohada viscoelástica con aloe vera: hoy por hoy es la almohada de moda.

Ahora ya podéis estar tranquilos, podéis ir a comprar vuestra almohada sabiendo de qué os hablan. Tan sólo os queda pensar en el color o en el diseño…


Ya nos contaréis la experiencia… 


viernes, 16 de diciembre de 2016

LOS ESTUDIOS DE “LAS NARICES”.

Hoy que se realizan estudios de todo lo inimaginable; os queremos dejar algunas interesantes conclusiones, que los recientes estudios sobre el sentido del olfato, sacan a la luz.
 
     Las emociones humanas se transmiten a través del olfato.-

Los estudios revelan que los humanos son capaces de comunicar sus estados emocionales a través de señales químicas, contradiciendo la idea de que la comunicación humana solo se produce a través del lenguaje y de los gestos.

     La felicidad se transmite por el olfato.-

Se dice que la felicidad es algo que escapa a nuestros ojos: una sensación invisible que nos hace sonreír más y por la que los demás interpretan que estamos de mejor humor por algún motivo. Ahora bien, nuevas investigaciones afirman que la felicidad puede olerse y contagiarse, ya que el estado emocional de contento y alegría provoca que segreguemos ciertas sustancias químicas que salen secretadas por el sudor y que los demás pueden percibir e imbuirse de ello.

El olfato parece ser una forma extraña de recibir vibraciones positivas de las personas que tenemos a nuestro alrededor, y más cuando se ha confirmado que el sudor humano que se produce cuando una persona es feliz induce un estado similar a la felicidad en una persona que inhala este olor; lo mismo que a través de este sudor, somos capaces de transmitir emociones negativas como pueda ser el miedo.

     El hambre agudiza el olfato.-
 
La grelina, una hormona del estómago conocida por estimular la detección de alimentos ricos en calorías en nuestro entorno a través del olfato, y conectan la percepción de esos estímulos con la regulación del metabolismo y del peso corporal. La grelina se secreta cuando el estómago está vacío, por lo que mientras tenemos hambre detectamos mucho mejor los olores.

    
Las dietas altas en grasas reducen el sentido del olfato.-

Recientes estudios concluyen que una dieta alta en grasas puede afectar a nuestro olfato.  

Los estudios con ratones a los que se les administró una dieta alta en grasas en todas las comidas, demostraron que los ratones obesos eran más lentos para establecer una relación entre el olor y la recompensa (una de las pruebas del experimento) y que estos además, sólo tenía el 50% de las células del cerebro responsables de la codificación de las señales de olor, lo que les llevó a una pérdida del sentido del olfato.

Los resultados muestran un aumento en la muerte celular y la infiltración de células de la microglia, lo que sugiere que una dieta de alto contenido en grasas conduce a un aumento en el estado inflamatorio de la mucosa olfativa que explica la disminución en las neuronas sensoriales olfativas.

    ¿Por qué las mujeres tienen mejor olfato?-

Está de sobra comprobado que las mujeres tienen más desarrollado el sentido del olfato que los hombres, pero hasta ahora no se sabía por qué: ¿es un don innato, con raíces biológicas profundas, o un subproducto de las diferencias sociales y cognitivas entre sexos, más asociado a las experiencias y las emociones?

Según los nuevos estudios, parece que es una cuestión de neuronas, al comprobarse que ellas tienen de promedio 50% más neuronas en el bulbo olfatorio. Al darse la circunstancia de que el número de células cerebrales apenas varía a lo largo de la vida de una persona, todo apunta a que las mujeres nacen con una mayor sensibilidad olfativa.

También hay quien especula que está capacidad ha sido desarrollada a través de la evolución por motivos reproductivos, para afianzar los lazos de pareja o reconocer a congéneres genéticamente afines.

     Una de cada 100 personas en el mundo ven sonidos o huelen colores.-

Hay personas que tienen una rara condición de percepción sensorial llamada sinestesia, que cosiste en ver sonidos, oler los colores y saborear las formas.

A veces se haya creído que la sinestesia es un defecto en la percepción porque se creía que nuestros sentidos se comportan como compartimentos-estanco. Sin embargo, no es así: se ha demostrado que si escuchamos ciertos sonidos se potencia el sabor dulce de un alimento. Un sinestésico no percibe por separado sonidos, imágenes, olores, sabores y tactos, sino que los estímulos recibidos por sus órganos sensoriales se mezclan en su cerebro.

Por eso, los sinestésicos nos muestran que hay personas que tienen una experiencia diferente del mundo. No sólo diferente sino incluso podríamos decir que mejor. Para un sinestésico el resto de los seres humanos ven el mundo de forma aburrida, como en blanco y negro; ellos tienen la posibilidad de percibir un mundo donde las letras, los números o los sonidos van acompañados por una variedad de colores.

Todos los humanos nacemos sinestésicos, al haber una misma respuesta en la corteza cerebral ante cualquier estímulo, ya sea una luz brillante o un ruido fuerte. Con el paso del tiempo, cada sentido se segrega y acaba percibiéndose en diferentes lugares de la corteza: los sonidos aparecen en el lóbulo temporal y los estímulos visuales hallan respuesta en el occipital. Al parecer, en el cerebro de los sinestésicos no se crean esas “islas sensoriales”, sino que, por alguna razón aún no descubierta, los enlaces sinápticos se mantienen más o menos intactos.

     ¿Cómo se vive sin olfato?-


Aproximadamente una quinta parte de la población tiene el sentido del olfato alterado, pero muy pocas personas se quejan por ello. Algunas personas incluso manifiesta una anosmia, o pérdida completa del olfato. En el mundo occidental, parece ser que aunque la capacidad para oler no es imprescindible para sobrevivir, la pérdida o disminución del olfato genera una mayor inseguridad en las relaciones sociales e incrementa el riesgo de sufrir accidentes domésticos y de padecer depresión.

Se ha estudiado que las personas sin olfato no tienen gustos culinarios diferentes, a pesar de no poder sentirse atraídos por el olor de un alimento. Por otro lado, los afectados de anosmia desarrollan estrategias para evitar los accidentes domésticos: no pueden dejar nunca el fuego encendido en la cocina sin estar presentes, ya que no pueden percibir el olor a quemado; y para saber si la leche está estropeada se la tienen que dar a oler a otra persona.

En el campo de las relaciones, las personas afectadas por anosmia presentan una vida social similar a la del resto de la población, se emparejan al mismo tiempo y tienen el mismo número promedio de hijos. Sin embargo, cuando entran en contacto con personas a las que conocen poco, manifiestan más inseguridad. Este comportamiento se explica porque el olfato nos ofrece información sobre otras personas, y este canal de comunicación es muy importante en los primeros contactos. Esto podría explicar que los afectados de anosmia tengan aproximadamente la mitad de relaciones sexuales que el resto, aunque dicho resultado también podría deberse a que, al carecer de olfato, estas personas tengan un menor interés en el sexo.

También los estudios concluyen que las personas con anosmia tienen más tendencia a sufrir síntomas de depresión; al encontrarse una reducción en el bulbo olfatorio en pacientes con esta enfermedad, por lo que ambas afecciones podrían estar relacionadas a nivel fisiológico.

     La pérdida de olfato en mayores, un presagio de muerte.-

El olfato es un sentido crítico de la fisiología humana, así lo atestiguan estudios que concluyen que la pérdida de este sentido en la edad adulta puede ser un indicativo de que la muerte está cerca.

A pesar de que los seres humanos dependemos mucho menos del olfato que otros mamíferos, este sentido desempeña un papel crucial tanto en la salud como en el comportamiento humano. Y es que nuestra capacidad para distinguir olores afecta a un gran abanico de tareas como la nutrición (preferencias en los alimentos y apetito), los riesgos medio ambientales y cómo no, el olfato forma parte tanto de nuestra memoria como de las relaciones sociales.
  
Estudios, estudios y estudios… Después de los datos que nos ofrecen los “estudios de las narices”, pensad… ¿No os gustaría ser más sinestésicos de lo que ya sois?


Si te animas, déjanos tu comentario…

martes, 13 de diciembre de 2016

CÓMO DESPERDICIAR MENOS EN NAVIDAD.

SEIS DE CADA DIEZ CONSUMIDORES RECONOCEN QUE DESPILFARRAN ALIMENTOS.

Así se desprende de un reciente estudio de opinión online realizado por Consumolab.

Las frutas y las verduras los productos que con más frecuencia se tiran a la basura (44% de los encuestados). Por otro lado, para el 58% la principal causa del desperdicio de alimentos en los hogares se debe a que no se aprovechan las sobras y para el 39% a la falta de control en el almacenaje, tanto en la despensa como en el frigorífico.

En restaurantes y hostelería en general.-

Con relación al desperdicio de alimentos en comedores de colegio, servicios de catering, restaurantes, bares o cafeterías, para el 60% de los encuestados no existe una buena previsión de la cantidad de comida que se va a consumir. Por otra parte, el 43% considera la provisión excesiva de alimentos para poder ofrecer variedad en los menús, mientras que para el 27% el motivo es que se sirven raciones demasiado generosas.

Respecto a la valoración de las medidas a adoptar en este entorno, las donaciones de alimentos es para el 61% una de las medidas más importantes, seguida de cerca por la posibilidad de ofrecer llevar a casa aquello que no se consume (59%).

Desde el Restaurante La Posada de los Vientos, tomamos conciencia de este despilfarro y somos agentes activos en la toma de medidas para evitar el despilfarro; desde las formativas hasta las encaminadas a una disminución de oferta y la adaptación de nuestra carta a criterios de alimentación responsable. Nuestros clientes, no sólo lo aprecian sino que nos animaron a tomar estas iniciativas.

¿Qué más podemos hacer?.-

Cada uno de nosotros, de manera individual, puede realizar acciones encaminadas a evitar el despilfarro de alimentos. 

Las autoridades e instituciones deben tomar medidas urgentes y eficaces para evitar el despilfarro de alimentos, así como llevar a cabo campañas informativas dirigidas a aclarar los conceptos de fecha de caducidad y fecha de consumo preferente.

Es importante que se lleven a cabo acciones formativas para la correcta gestión de los alimentos.

Estos días festivos de Navidades, por nuestra improvisación a la hora de comprar, a no haber comprobado previamente qué se tiene en casa, propiciamos un mayor volumen de compra de alimentos y por lo tanto de desperdicio de alimentos.


La Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (HISPACOOP), nos ofrece una breve serie de recomendaciones:

  • Realizar una planificación de las comidas que se vayan a organizar teniendo en cuenta el número de comensales y los alimentos que se tengan previamente en casa.
  • Evitar la improvisación, haciendo la lista de la compra.
  • Evitar pasearse por pasillos del “super” buscando aquello que se crea necesitar, y no hacer la compra con hambre.
  • Revisar las fechas de consumo de los productos que ya se tengan en casa y a adquirir aquellos que tengan “más aguante”, o que se puedan congelar.
  • Comprar alimentos que se puedan emplear en varios platos.
  • A la hora de comprar productos frescos, es mejor adquirirlos sueltos que envasados.


“Siguiendo estos consejos contribuiremos a disminuir las cifras del despilfarro de alimentos”.

domingo, 11 de diciembre de 2016

ALIMENTOS MUY, MUY INVERNALES.

Cada año, el invierno trae consigo nuevos alimentos y sabores que añadir a los platos para hacerlos más apetitosos y, sobre todo, más sanos. Ingredientes como las legumbres, las hortalizas, los frutos secos o las setas y champiñones, además de estar en plena temporada, son los más demandados en esta época del año.

Desde nuestro Restaurante La Posada de los Vientos, os proponemos esta selección de alimentos para hacer más llevadera la estación de las nieves.

CALABACÍN Y CALABAZA. Su alto contenido en agua y su bajo aporte, tanto de calorías, como de hidratos de carbono, las hace perfectas para que sean el acompañante ideal en cualquier plato. Cocinadas, al vapor, a la plancha o en cremas, son el toque de sabor que gana en cualquier mezcla.

COLES DE BRUSELAS. Uno de los alimentos que más ayudan al organismo. Ricas en vitaminas, fibra y minerales, son especialmente recomendables para bajar el colesterol, tratar la diabetes y controlar la tensión.

ENDIVIAS, ESCAROLAS, LECHUGAS. Una rica ensalada es siempre el plato más recurrido cuando estamos faltos de imaginación o ganas, pero lo cierto es que la lechuga es rica en antioxidantes y el mejor alimento al que recurrir cuando queremos perder peso, puesto que apenas aporta calorías, tanto en sencillos platos, como en guarniciones de otros más elaborados. El punto healthy de toda comida.

ESPÁRRAGOS TRIGUEROS. Seguramente, el alimento más diurético de la dieta mediterránea. Recomendables para aquellas personas que sufren la retención de líquidos o enfermedades del riñón. Y con ellos se pueden hacer multitud de combinaciones, desde revueltos, hasta servirlos como acompañamiento de carnes y pescados.

ESPINACAS. Son perfectas para combinar en dietas que combatan la obesidad por su escaso aporte calórico y su alto poder saciante. Por su composición y propiedades, alivian el estreñimiento, aportan hierro y facilitan el tránsito de los alimentos.

LEGUMBRES (lentejas, alubias, garbanzos…) Temidas bajo el mito de ser el alimento que más engorda, son la base de la cocina mediterránea y contienen una vitaminas, magnesio y soja más que saludables para mantener a raya el cuerpo. Las solemos tomar en potajes y platos calientes, pero mezclarlas en ensaladas con más ingredientes también es una buena opción para variar de vez en cuando.

SETAS Y CHAMPIÑONES. Destacan especialmente por su alto contenido en proteínas de valor biológico, aunque también son ricos en hierro, fósforo y potasio, minerales vitales para que nuestro organismo trabaje adecuadamente.

 

CARNES DE AVE (becada, capón, codorniz, faisán, gallina, pato, perdices,…). Las carnes de aves que habitualmente comemos son ricas en proteínas de calidad, contiene distintos tipos de grasas, como pueden ser saturadas, mono y poli insaturadas, también contienen algunas vitaminas y minerales como hierro y zinc. Poseen mucha grasa en la piel, pero esto es beneficioso, ya que, es muy fácil de deshacerse de ella, basta con retirar la piel, y así eliminaremos la gran mayoría de grasa, es muy recomendada en dietas médicas y de control de peso.


PESCADOS AZULES (salmón, sardinas, anchoas…) Dependiendo del pescado que sea, su contenido en minerales puede llegar a ser 25 veces superior a cualquier otro alimento de procedencia animal. Al ser ricos en Omega 3, son muy recomendables para mantener los huesos fuertes y, además, contienen multitud de antioxidantes y vitamina B y C, buenas para el sistema nervioso.

FRUTOS SECOS (avellanas, almendras, piñones, nueces, castañas…) No conviene abusar de ellos porque, al contrario que el resto de alimentos, los frutos secos sí tienen un gran aporte calórico sobre el organismo. Pero sin duda son algo que no debe faltar en cualquier dieta, por la cantidad de hierro, fósforo, vitaminas y nutrientes que añaden a una dieta. Un puñado al día es suficiente para notar el efecto que pueden hacer si los consumimos habitualmente.


PASAS Y DÁTILES. De la familia de los frutos secos, pero con muchas menos grasas. Son ideales para depurar nuestro organismo y contienen una gran cantidad de antioxidantes buenos para la piel y el cabello. Como aperitivo son una opción, aunque también pueden ser el aderezo perfecto para darle un toque de sabor y textura a las recetas más sencillas.

CONSEJOS PARA UNA NAVIDAD MÁS RESPONSABLE CON EL MEDIO AMBIENTE.

Llega la Navidad y en muchos hogares es costumbre arraigada colocar el belén, el árbol u otras composiciones. 

La Comunidad de Madrid ha elaborado una serie de recomendaciones para hacer más sostenibles y más responsables medioambientalmente, las próximas fiestas Navideñas, recordándonos que cortar, arrancar o recolectar plantas y otros recursos o materiales naturales -ramas de acebo, muérdago, tejos o musgos- puede dañar de forma importante el medio natural y afectar a la biodiversidad.


Tanto el acebo, el árbol emblema de nuestro municipio, con sus hojas de color verde brillante, duras y espinosas; como el tejo, hermoso árbol que también crece en los barrancos de La Acebeda, con sus tóxicas hojas y semillas; en el duro invierno, cumplen importantes funciones ecológicas pues ofrece alimento y refugio a la fauna como jabalíes, al ser de las pocas especies que dan fruto en los meses invernales. Ambos actualmente están incluidos en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres de la Comunidad de Madrid. 

Se nos recuerda la prohibición de recolectar este tipo de plantas y recursos, incluidos el musgo y los líquenes (aunque estén secos, no están muertos, sino en un periodo de latencia al tratarse de los únicos organismos capaces de formar suelos en un lento proceso de cientos de años y sin ellos se acelera la erosión) o incluso el muérdago (un arbusto que parasita a otras plantas y que también fructifica en invierno y sirve de alimento a muchos pájaros como los zorzales o las currucas).


La alternativa: Reciclar materiales. 


Como alternativas a la decoración viva se pueden utilizar elementos como el serrín, corcho, barro y arena con los que se puede simular el paisaje de un belén. Otra opción son los adornos naturales secos como semillas, piñas u hojas secas El reciclaje puede ser también una gran opción para fabricar adornos navideños. Muchos de los residuos y materiales de desecho que se tiran a la basura podrían volver a utilizarse y convertirse en adornos navideños o juguetes para regalar. 

Desde La Posada de los Vientos, os deseamos unas felices fiestas respetuosas con el medio ambiente; convencidos de que es posible conjugar felicidad y respeto.



viernes, 9 de diciembre de 2016

LA ALCACHOFA. DESCÚBRELA, DISFRÚTALA.

La alcachofa, también conocida como alcaucil, procedente de Egipto, siempre fue un alimento muy apreciado desde la antigüedad. Los griegos y los romanos ya la consumían, atribuyéndole poderes afrodisiacos. Se sabe que durante la Edad Media se introdujo en Inglaterra de la mano del rey Enrique VII, cruzando posteriormente el Canal y convirtiendo a Catalina de Médicis, en una de sus más fervientes consumidoras. Será en esta época, uno de los alimentos más caros que existan, así como uno de los más sabrosos, por el cual, se pagaban altas sumas de dinero. En España, la introducción de su cultivo, la llevaron a cabo los árabes.

La alcachofa es una hortaliza que aporta múltiples beneficios para nuestra salud, por lo que es recomendable incluirla en nuestra dieta habitual. Sobre todo es muy beneficiosa para problemas renales o digestivos, así como para problemas de reuma o artritis.  Es tan sana como sabrosa. Actúa sobre nuestro organismo absorbiendo el agua del estómago; sus fibras vegetales nos ayudan a controlar el apetito, creándonos una sensación de saciedad que favoreciendo la pérdida de peso.

¿Cómo tomar alcachofas?

Es un alimento bastante económico que se puede preparar de muchas y variadas formas por lo que resulta interesante que lo tengamos en cuenta en nuestra cesta del mercado, recordando que deberemos elegir aquella que tengan más peso, la que tengan las yemas gruesas un tono verde claro; las hojas deben estar verdes y no tener manchas pardas, aunque las de invierno pueden presentar algunas como consecuencia de las heladas, sin que ello afecte para nada a la integridad del fruto.

En la Península hay dos temporadas bien delimitadas en su producción: En otoño y principios del invierno, en zonas templadas, muy sensibles a las heladas (esta producción se concentra en Levante y, cuando aparecen los primeros ejemplares en el mercado, se cotizan a niveles verdaderamente altos); y otro periodo en primavera (desde marzo hasta junio), ya que las altas temperaturas afectan muy negativamente a la calidad de esta hortaliza, endureciendo sus hojas, que se abren separándose del fruto y adquiriendo un sabor excesivamente amargo.

Podemos elegir entre muchas variedades, algunas consideradas autóctonas como la “Morada Mallorquina” y la “Monquelina”; o  entre la “Violeta de Provenza” o “Macau” , “Violeta de Palermo” o la “Romana Grande”; algunas francesas como la “Laon” o la “Camus de Bretaña”; algunas innovadoras como la “Talpiot”, pero por sus excelentes propiedades gustativas destaca la “Blanca de Tudela” (variedad alargada, de color verde, pequeño tamaño y muy compacta, aspectos que la hacen muy apreciada y preferida por su calidad) que es la única variedad presente en las Indicaciones Geográficas Protegidas: Indicación Geográfica Protegida (IGP) “Alcachofa de Tudela” e IGP “Alcachofa de Benicarló”.

En la alcachofa se pueden apreciar muchos sabores, entre ellos un interesantísimo toque amargo y un regusto final dulzón, muy característico.

Dice un refrán que “hoja a hoja se come la alcachofa”. Por eso, quizás la mejor forma para degustar unas las alcachofas sea tomarlas al vapor o cocidas; una vez hechas se podrán acompañar con aceite de oliva y vinagre de manzana. Lo primero que hay que hacer es cortarle los tallos a las mismas (los podremos usar en sopas y en ensaladas), y lo hacemos cortando un trozo de la base, así las dejamos planas. Después vamos quitando las hojas leñosas que tienen, hasta que nos quede la parte más blanca de las mismas, entonces cortamos la parte superior que nos quede, para dejar únicamente el corazón de las alcachofas.

Para cocinarlas hervidas, las pondremos en una olla con agua, donde habremos añadido el jugo de 1 o 2 limones, tapando a la olla y cuando el agua comience a hervir déjalas cocer unos 30 o 40 minutos a fuego lento. Las sacaremos, las escurriremos, y estarán listas para consumir.

Si optamos por freírlas, hay una interesante fórmula, que consiste en colocarlas “de pie” sobre una cazuela y ponerlas a cocer en agua; cuando empieza a hervir se añade aceite, y se dejan de tal forma que la base esté cocida y las hojas fritas y crujientes.

Aunque ya conoceréis recetas archiconocidas de las distintas partes de nuestra geografía como la  “Olleta benicarlanda” y la “Torrá”, especialidades levantinas,  las “Alcacofas con conejo” de Navarra y La Rioja, las “Alcachofas algecireñas” o las “Alcachofas montillanas” de Andalucía, las “Carxofes farcides” de Baleares, las “Alcachofas salteadas” de Cataluña o la receta murciana de “Los Alcauciles mojados”; y otras que ya cocinaréis vosotros, nos atrevemos a proponemos otras formas de tomarlas; para que podáis probarlas en casa. Seguro que más de una os sorprenderá por su facilidad de preparación y por los buenos resultados que tendréis con ellas, esperando os gusten:


Alcachofas en Salsa
Alcachofas Rellenas
Alcachofas Fritas
Tortilla de Alcachofas
Alcachofas con Jamón
Alcachofas con Almejas
Alcachofas al Ajillo

También os dejamos algunos consejos a tener en cuenta para conservarlas y cocinarlas: Para que duren más tiempo es recomendable conservarlas con el tallo en sumergido en agua, como una flor; una vez cortadas, no está de más frotarlas con limón para evitar que se ennegrezcan; para que queden tiernas tras su cocción, se puede añadir un poco de zumo de limón y una cucharadita de harina al agua de cocción.

Tomar té de alcachofa para adelgazar.


La alcachofa suele utilizarse a menudo para realizar dietas adelgazantes. Un modo de hacerlo es mediante el té de alcachofa. Te explicamos cómo prepararlo y cómo tomarlo:
Ingredientes:
·         20 gramos de hojas de alcachofa,
·         1 taza de agua hirviendo.
Preparación:
Sumerge en agua las hojas de la alcachofa ya limpia, y dejar hervir durante unos diez minutos. Cuando ya hayan pasado diez minutos quítalas del fuego, escúrrelas y déjalas reposar otros cinco minutos.
¿Cómo tomar el té de alcachofa?
Puedes consumir hasta 3 tazas diarias y para que el efecto saciante de la alcachofa tenga más efecto, se recomienda tomar 1 taza de té de alcachofa 30 minutos antes de cada comida. 


Y no olvides que en la Sierra Norte de Madrid, en La Posada de los Vientos, podrás disfrutar de una excelente alcachofa de temporada.

jueves, 24 de noviembre de 2016

COSAS QUE LAS PERSONAS FELICES HACEN CADA MAÑANA.

Para muchos de nosotros, comenzar un nuevo día nos da pánico.

Permitimos que nuestro despertador suene al menos una docena de veces antes de decidir que tenemos que levantarnos de la cama. Luego nos lanzaremos a deambular por la casa medio despiertos, tratando de prepararnos para ese nuevo día. Las prisas, prisas y prisas, nos llevarán a olvidar usar el desodorante, a no coger el almuerzo que preparamos anoche, incluso a ponernos dos calcetines distintos. Pensamos que no tenemos tiempo…

Por eso, no es de extrañar que muchas personas descarten la idea de estar despiertos antes de 9:00 h. No comprendiendo como hay personas felices que disfrutan realmente de sus mañanas; que parecen alegrarse con un nuevo despertar del sol y que esperan un nuevo día de posibilidades.

Estas personas felices, tienen por la mañana un humilde ritual capaz de aumentar su propio sentido de bienestar y dar sentido al nuevo día. Estas personas felices tienden a compartir muchos de los siguientes hábitos en la mañana:

Se despiertan con un sentido de gratitud. La gratitud está asociada con un sentido de alegría general. Comienzan el día con amor, reconociendo que son verdaderamente agraciados por la vida y todos los pequeños tesoros que esta les da. Practican pequeños actos de gratitud por la mañana, expresando gratitud a su pareja cada mañana antes de levantarse de la cama. También puede escribir sobre su agradecimiento en su diario de cabecera.

Reconocen que cada día es un día nuevo. Saben que es un nuevo día para empezar y hacer algo diferente. Ayer pudo haber sido un completo fracaso, pero hoy es un nuevo día para el éxito y la aventura. Las personas que no se dejan llevar por un mal día son personas resistentes; y la resistencia es un signo que delata un propósito de ser felices.

Participan en de una oración, afirmación o meditación. Muchas de las personas más felices en la vida son espirituales. La oración es una manera de conectar y dar gracias por nuestro creador. La meditación nos ayuda a mantener nuestra mente enfocada, calma nuestros nervios y apoya la paz interior. Hay personas que incluso utilizan afirmaciones para declarar cómo va a ser su día (Steve Jobs solía empezar la mañana mirándose en el espejo y preguntándose a sí mismo: "Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?" Y Benjamin Franklin se preguntaba cada mañana, "¿Qué debo hacer hoy?"

Leer. Muchas personas que se declaran felices leen un poco todas las mañanas, mientras que otros leen historias inspiradoras para este nuevo día. De cualquier manera, hacen un ritual para leer literatura de superación personal para estimular y crecer su visión y conocimiento. Tiene un comienzo de día con una nota positiva, con nuevas ideas para guiar su jornada.

Establecer simples rutinas. Las rutinas complejas por la mañana son difíciles de llevarse a cabo. Las personas felices establecen simples rutinas; algunas incluso fueron ejecutas la noche anterior (seleccionó el traje de trabajo, preparó el almuerzo, dejo la cafetera preparada,…). Una simple rutina limitará las múltiples tareas que la mayoría de las personas afrontamos en la mañana y que, por su número pueden crear el estrés y la ansiedad, capaces de robarnos la paz durante nuestras primeras horas de vigilia.

Hacer ejercicio. El ejercicio siempre es bueno para nuestra salud, aumenta los niveles de sustancias químicas cerebrales como la serotonina, dopamina y noradrenalina, que nos ayudan a mejorar nuestro estrés y también alivian algunos síntomas de la depresión. El ejercicio es una gran prioridad en las personas que se sienten felices, por lo que tienden a hacerlo en la mañana, al reconocer que su fuerza de voluntad es más fuerte por la mañana. Por la mañana el ejercicio hace que la sangre que fluya y da más energía durante todo el día.

Recibir aire fresco. Los paseos por la mañana son beneficiosos. Se ha probado que caminar estimula la creatividad en el cerebro, por eso no es una mala manera para empezar el día bien, promoviendo una agradable sensación de vitalidad. Si se tiene un perro, se le puede sacar a pasear.

Disfrutar de la belleza del entorno. Pasear o simplemente sentarnos en nuestro sillón favorito y mirar por la ventana, tomándonos un tiempo para apreciar nuestro entorno puede ser vigorizante y conseguirá que nos emocionemos con el nuevo día. 


¿Cuántos de estos hábitos pones en práctica por las mañanas? ¿Hay algún otro que te gustaría ver en la lista? Cuéntanoslo…

martes, 22 de noviembre de 2016

¡VIVIR EN EL MOMENTO, DISFRUTAR DEL AHORA!

Pasos para incorporar a tu vida el 'hygge', el secreto de la felicidad danesa.


Dinamarca es el país más feliz del mundo, según un informe anual que la ONU lleva haciendo desde 2012. Se cree que aparte de por su escandinavo Estado de Bienestar, el secreto de la felicidad es el hygge, un concepto que esconde parte de filosofía budista, que nos habla de un acogedor bienestar, donde el momento de sentirse cómodo, relajado y libre, se puede disfrutar estando solo o se puede compartir con otras personas.


Pensamos que el hygge puede vivirse en cualquier momento del año, pero estos días de otoño-invierno, de mal tiempo, de oscuridad y frío, de un año que se nos acaba, son más proclives para hacerlo.

Aquí os dejamos varios consejos para importarlo a nuestra vida:

1. Abrir tu casa, abrirte al exterior. El hygge se puede producir en cualquier sitio. Una barbacoa al aire libre, un paseo con nuestra mascota, un aperitivo, una escapada a la naturaleza, una cena con los amigos pueden ser hyggelig.

2. Buscar el momento. Bastaría en dedicar un tiempo diario para hacer lo que nos hace sentir bien con la gente que queremos o con nosotros mismos. En emplear el tiempo de una manera eficaz, para hacer todas las tareas diarias y encontrar tiempo para cuidarnos y relajarnos, aunque sea con “pequeñas cositas”.

3. Crear un ambiente propicio. Cuidar la iluminación, que sea acogedora; poner buena música de fondo; unas flores frescas, una mesa bien vestida; unas velas son imprescindibles. Se trata de cuidar las pequeñas cosas para que sentirse cómodo para ayudar a conseguir un toque especial que invite a un disfrute sencillo.

4. Evitar todo lo que rompa ese estado de bienestar. El objetivo es conseguir un estado de armonía, de crear un momento agradable en paz. No nos ayudaría pensar en el trabajo, en los problemas, en el estrés diario y las prisas; hablar de política o de temas que puedan provocar crispación. La televisión y el smartphone impiden esas conexiones sociales que son hygge.

5. Funciona mejor en petit comité. Dependerá del tamaño de nuestro entorno físico y de nosotros mismos, pero está demostrado que se consigue mejor en pequeños grupos, al ser más sencillo mantener una conversación que no varias reuniones paralelas.

6. Elegir un buen menú. En otoño e invierno nos resultará grato contar con un caldito o una bebida caliente. Si se puede, es recomendable cocinar en compañía esas recetas tradicionales que nos hagan retroceder a la infancia o esa repostería que nos hará chuparnos los dedos; porque el hygge tiene también mucho de nostalgia. Pero hygge puede ser también disfrutar de un buen chocolate y un buen espumoso y tomándolo a la luz de las velas.

7. Ponerse cómodos. Aunque el hygge tiene más que ver con disfrutar que con los actos y las cosas en concreto, hay elementos que ayudan. Las velas, que dan calor y luz en contraposición a la oscuridad y el frío. Con ropa cómoda, con un buen libro y un café, acurrucados en el sofá bajo una manta, se hace hygge.


8. Tener presente a nuestros antepasados. Hay quien dice que lo hygge tiene que ver con hacer cosas que reconocerían tus ancestros. Disfrutar de un café en la vajilla de tu abuela es muy hygge, leer poemas de un libro heredado de tus bisabuelos es como volver a oler la casa familiar y ese es un sentimiento muy hyggelig, mover todos los días nuestro calendario perpetuo de madera, nos transportará a nuestra infancia y a cuando lo hacían con sus padres.
 
9. Huir de ambientes que no son hygge.  No se puede conseguir un ambiente relajado en un bar con sillas de plástico, manteles de papel, suelos llenos de basura, zonas en sombra y tubos fluorescentes, paredes con necesidades de pintura,…

10. Ser conscientes del deleite. Una cena con una larga sobremesa con amigos podría muy bien ser hygge, pero además debemos ser capaces de identificar y nombrar ese momento de bienestar, saber que está sucediendo y lo estamos disfrutando.

11. Exprésalo. Es altamente recomendable que conscientemente, contemos y hablemos de nuestra experiencia hygge; cuando nos ponemos ese jersey cómodo, cuando vemos una “peli” y comemos “chuches” con nuestros hijos, cuando vamos a jugar al parchís y pasar un rato hygge, cuando con nuestros amigos hemos tenido una cena que ha sido muy hyggelig.

12. Hacer cosas hyggelig. Es importante que lo que hagamos nos guste y que por lo general, sea algo sencillo. Los juegos de mesa en familia o con amigos son muy hyggelig. Aunque también hay cosas que son hygge para unos y para otros no, un ejemplo: cazar pokemones con amigos.

Lo más importante:

¡Vivir en el momento, disfrutar del ahora!