jueves, 10 de noviembre de 2022

TEMPORADA DE SETAS. CONSEJOS PARA UN DISFRUTE SIN PELIGROS.

Llega la temporada de setas, y con ella el peligro de recogerlas sin conocer sus variedades, lo que podría dar lugar  una  posible  intoxicación. Por  ello,  desde  La  Posada  de los Vientos, queremos ofrecer una serie de consejos y recomendaciones sobre este popular tema.


En este sentido, recordad que la región madrileña y en especial la Sierra Norte de Madrid,  cuenta con una extensísima variedad de setas, pero que es imprescindible identificarlas correctamente, ya que algunas son tóxicas, venenosas e incluso mortales.

Consejos para la recogida de setas

Se deben coger sólo aquellas setas que se tenga absoluta seguridad de que son comestibles y, en caso de duda, consultar siempre a un experto. Cualquier error en su identificación puede conllevar graves consecuencias para la salud.

No las identifiques siguiendo creencias populares o criterios de personas inexpertas. Tampoco te fíes solo de una fotografía. El tamaño y el color pueden no ajustarse a la realidad y, además, una imagen puede ser insuficiente para reconocer todas las características que permiten garantizar que se trata de una especie de seta comestible.  Si no conoces a personas con la experiencia necesaria para efectuar una correcta identificación, seguro que hay alguna asociación micológica en tu zona a la que puedes acudir para pedir asesoramiento.


No las recojas cerca de zonas que pueden estar contaminadas: en ciudades y sus entornos, cunetas de carreteras, áreas industriales o agrícolas, jardines o zonas próximas a vertederos. Las setas podrían acumular sustancias tóxicas o haber sido tratadas con productos peligrosos.

Ante una posible intoxicación hay que acudir de inmediato a un centro sanitario con una muestra de lo ingerido. En cualquier caso, conviene no consumir todas las que se recojan y guardar alguna durante al menos 3 días, por si surgen complicaciones. Esto se debe a que pueden producir efectos negativos en el organismo hasta 72 horas después de haberlas comido.

En la Comunidad de Madrid se encuentran especies muy codiciadas para su consumo, como el champiñón silvestre, con sus láminas marrones, los níscalos, ubicados sobre todo en pinares, las de cardo, o también el boletus,…

La amanita phalloides es la seta más peligrosa presente en la región. Su ingesta puede provocar la muerte y, además, es muy difícil de detectar ya que los primeros síntomas suelen aparecer a las 48 horas. Otras especies tóxicas son la amanita muscaria o matamoscas, que también es alucinógena, o la marasmius.


Al realizar esta actividad de recogida es obligatorio respetar la normativa ambiental, circular con vehículos solo por los lugares permitidos, no obstruir caminos, pistas ni barreras que puedan impedir el paso de vehículos oficiales y de emergencias, y asegurarnos bien que en la zona no se están realizando batidas o monterías de caza. En el caso de que los agentes forestales detecten incumplimiento de esta normativa se procederá a denunciar los hechos.

Infórmate de si en la zona donde vas a ir a recogerlas, hay normativa donde se establezcan las especies permitidas para su recolección, así como la cantidad máxima a recolectar. También es posible que necesites un permiso en zonas acotadas.

Como novedad, este año hay una normativa específica para el aprovechamiento micológico en el municipio de Rascafría, dentro del marco regulatorio establecido en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. De este modo, si se desea recogerlas en este espacio hay que dirigirse a su Ayuntamiento y obtener la correspondiente licencia.

No dejes huella de tu paso. No uses rastrillos u otros objetos para remover el suelo. Puedes dañar o dejar al descubierto el micelio (la parte enterrada de la seta que le sirve para multiplicarse,) ni destruyas ejemplares que desconozcas o no sean comestibles.


En su recolección se aconseja cortarlas y no arrancarlas, de modo que puedan volver a brotar. Llévate las setas limpias a casa. Antes de meterlas en la cesta, limpia bien con un cepillo, paño húmedo o el borde de la navaja los restos de arena, suciedad y vegetales adheridos en el sombrero y en el pie. Si no las limpias en el campo, toda la suciedad  que metas en la cesta se va a esparcir por todos los ejemplares.

No recolectes setas jóvenes. Como no se han desarrollado, además de impedir que contribuyan a la multiplicación de la especie, no vas a disfrutar del aroma y sabor que tienen los ejemplares adultos. Además, pueden confundirse con más facilidad con especies tóxicas. Tampoco es conveniente recogerlas muy maduras. Pueden tener alterado su sabor y resultar indigestas. Además, en el campo seguirán liberando esporas y podrán reproducirse.

No recolectes setas después de abundantes lluvias o heladas. Su aspecto puede hacernos confundir la especie, tendrán un exceso de agua y habrán perdido parte de su sabor y aroma.

No las recojas rotas, deterioradas o parasitadas. Pueden ser difíciles de identificar correctamente y además,  aunque fueran comestibles, podrían resultar indigestas.

No recolectes más de lo que vayas a consumir y deja siempre algunas para que completen su ciclo.


Asimismo, es imprescindible transportarlas utilizando una cesta y no una bolsa de plástico o recipiente cerrado. En las cestas de mimbre deposítalas siempre con la parte superior del sombrero hacia arriba, como se encuentran en su medio natural de este modo, mientras las transportas, facilitas la dispersión de las esporas que permite su reproducción y a la vez para que no fermenten, se rompan, ensucien o humedezcan.

Las setas son hongos macroscópicos con un papel muy destacado en la cadena trófica. Se alimentan de materia muerta, como los buitres. Además, sin ellos, no se podría tener otro tipo de alimentos como el pan, el queso o la cerveza.

Y ahora, sólo queda disfrutar de un bonito día en el bosque y más tarde disfrutar de exquisitos platos en torno a buenos amigos.