domingo, 18 de diciembre de 2016

NUESTRA ALMOHADA, “UNA GRAN AMIGA”.


Es maravilloso poder levantarnos por la mañana y decir: “he descansado”…

Parecería que esto es normal… pues no, casi seguro que la culpable de descansar bien  no será “nuestra amiga la almohada”…

Y es que elegir una almohada, no basta con decir “yo quiero una almohada”, no es algo que tengamos que tomarnos a la ligera, no es nada fácil, debemos enfrentarnos a preguntas del tipo de qué tipo de almohada queremos, qué tipo de relleno debe llevar, cuál es nuestra postura al dormir…

Cuando vas a comprar una almohada, nos exponemos a que el dependiente de turno nos ofrezca toda una clase magistral, explicándonos los beneficios y bondades de los diferentes tipos de almohadas que hay en el mercado.

Bien, si queremos que no nos pille de improvisto, evitar la directa rueda de preguntas y seguir la conversación sin ningún problema, aquí os dejamos unas pautas en esa aventura de conseguir una “nueva amiga perfecta” que os facilite el descanso que tanto necesitáis.

·         ¿Cómo dormimos?

Esto es lo primero en lo que tenemos que pensar. Cada uno de nosotros tiene una particular forma de dormir. Estos hábitos no responden a nada en concreto, y suelen cambiar con la edad. Pero es importante que sepamos cuál es nuestra postura en la cama.

Si duermes boca arriba, necesitarás una almohada no demasiado gruesa ni firme.

Si duermes de lado, la almohada tiene que tener más grosor y más firmeza (aún mayor cuanto más anchos sean los hombros).

Si duermes boca abajo, la almohada tendrá que ser más blanda y más fina. Hay muchas personas que no utilizan ni almohada en estos casos....

·         ¿Qué tipo de relleno debe llevar?

Una vez que tenemos la postura, viene lo más divertido: el tipo de relleno.

·       Sintético: el relleno de fibra sintética es el más común. Son firmes y de fácil lavado. Son las más comunes, sobre todo por su precio; suelen ser las más baratas.
·       Espuma: la firmeza de estas almohadas depende de si la espuma es de una sola pieza, o si se compone de varios trozos de espuma. Las almohadas anatómicas suelen estar hechas de espuma. Se adaptan bien al cuello y son una buena opción calidad-precio.
·       Pluma: este relleno es algo más caro. El relleno de pluma o plumón natural suele tener poca firmeza, no tienen buena transpiración y no se deben lavar... pero son muy agradables y aportan mucho descanso. ¡Ojo con las alergias!
·       Látex: los últimos años, el material estrella. Es natural, transpira muy bien y se adapta con facilidad.
·    Viscoelásticas: el relleno de estas almohadas es espuma de poliuretano. Su mayor ventaja: la adaptabilidad. Buena elección calidad-precio. Destaca la última novedad de almohada viscoelástica con aloe vera: hoy por hoy es la almohada de moda.

Ahora ya podéis estar tranquilos, podéis ir a comprar vuestra almohada sabiendo de qué os hablan. Tan sólo os queda pensar en el color o en el diseño…


Ya nos contaréis la experiencia… 


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