Es maravilloso poder levantarnos
por la mañana y decir: “he descansado”…
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Y es que elegir una
almohada, no basta con decir “yo quiero una almohada”, no es algo que tengamos
que tomarnos a la ligera, no es nada fácil, debemos enfrentarnos a preguntas
del tipo de qué tipo de almohada queremos, qué tipo de relleno debe llevar, cuál
es nuestra postura al dormir…
Cuando vas a comprar una
almohada, nos exponemos a que el dependiente de turno nos ofrezca toda una
clase magistral, explicándonos los beneficios y bondades de los diferentes
tipos de almohadas que hay en el mercado.
Bien, si queremos que no
nos pille de improvisto, evitar la directa rueda de preguntas y seguir la
conversación sin ningún problema, aquí os dejamos unas pautas en esa aventura
de conseguir una “nueva amiga perfecta” que os facilite el descanso que tanto
necesitáis.
·
¿Cómo dormimos?
Esto es lo primero en lo
que tenemos que pensar. Cada uno de nosotros tiene una particular forma de
dormir. Estos hábitos no responden a nada en concreto, y suelen cambiar con la
edad. Pero es importante que sepamos cuál es nuestra postura en la cama.
Si duermes boca arriba,
necesitarás una almohada no demasiado gruesa ni firme.
Si duermes de lado, la
almohada tiene que tener más grosor y más firmeza (aún mayor cuanto más anchos
sean los hombros).
Si duermes boca abajo,
la almohada tendrá que ser más blanda y más fina. Hay muchas personas que no
utilizan ni almohada en estos casos....
·
¿Qué tipo de relleno
debe llevar?
Una vez que tenemos la
postura, viene lo más divertido: el tipo de relleno.
· Sintético: el
relleno de fibra sintética es el más común. Son firmes y de fácil lavado. Son
las más comunes, sobre todo por su precio; suelen ser las más baratas.
· Espuma: la firmeza de estas almohadas depende de si la
espuma es de una sola pieza, o si se compone de varios trozos de espuma. Las
almohadas anatómicas suelen estar hechas de espuma. Se adaptan bien al cuello y
son una buena opción calidad-precio.
·
Pluma: este
relleno es algo más caro. El relleno de pluma o plumón natural suele tener poca
firmeza, no tienen buena transpiración y no se deben lavar... pero son muy
agradables y aportan mucho descanso. ¡Ojo con las alergias!
· Látex: los últimos años, el material estrella. Es natural,
transpira muy bien y se adapta con facilidad.
· Viscoelásticas: el relleno de estas almohadas es espuma de
poliuretano. Su mayor ventaja: la adaptabilidad. Buena elección calidad-precio.
Destaca la última novedad de almohada viscoelástica con aloe vera: hoy por hoy es
la almohada de moda.
Ahora ya podéis estar
tranquilos, podéis ir a comprar vuestra almohada sabiendo de qué os hablan. Tan
sólo os queda pensar en el color o en el diseño…
Ya nos contaréis la
experiencia…
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