Degustar un buen vino es un placer. Y no cabe
duda que para mejorar el placer hay que tener en cuenta que las copas, no sólo mejoran el protocolo
del vino, sino que pueden mejorar su propio sabor. El tamaño, la forma, el grosor, el material…
aparentemente son detalles, pero realmente influyen, y mucho, en el aroma de un
vino.
Pero… ¿cómo elegir bien la
copa para saborear el vino en óptimas condiciones? Veamos
cuáles son las formas y tamaños correctos para cada tipo de vino; siempre sin
olvidar que la copa debe ser de cristal o vidrio fino (nunca vidrio grueso de
vaso y jamás de plástico o metal), debe ser además totalmente incolora, no
esmerilada ni serigrafiada, totalmente transparente para que se pueda admirar
la limpidez y el color del vino.
Por ello, Bodegas Cadarso Ciordia nos habla de las
claves básicas para degustar el vino en óptimas condiciones: “En
la lengua hay cuatro áreas que perciben gustos diferentes (dulce en la punta,
ácido en las zonas laterales, astringente en la parte posterior, salado los
extremos), y hay copas que, en función de la tipología del vino, permiten
dirigir el flujo de éste hacia la zona de la boca en la que resulten más
fáciles de apreciar las características del producto.”
Cada vino con su copa.-
Tipos. La copa tipo Burdeos (tulipa) es la más utilizada; presenta dos tamaños: el mayor, para los tintos, y el menor,
para los blancos y es de forma ligeramente alargada y suavemente
esférica. La copa flauta es ideal
para los espumosos, es estrecha, alta y alargada, y debe tener el borde
superior ligeramente curvado hacia el interior. Los catavinos son adecuados para los
vinos de Andalucía (finos, manzanillas, olorosos); son copas de forma alargada,
tallo corto y boca estrecha. La copa ISO
de cata, es una copa copa de 215 cm3 normalizada, diseñada por expertos
catadores. El vaso de caña es
de base estrecha de 10 cm de alto con fondo muy grueso, que se usa
para los vinos cordobeses. El vaso de
chiquito es de vidrio achatado y de base ancha que se usa para el Txacolí.
La cunca es un pequeño tazón de
porcelana blanca, de uso tradicional en Galicia para beber vinos de barril en
tabernas.
Tamaño. Dependiendo del tipo de vino se
utilizará mejor una copa u otra. En el caso del tinto, es mejor que sea una
copa tulipa de gran volumen para que éste se oxigene bien. Así puede respirar y
airearse. Para el blanco, en cambio, las copas son más pequeñas y delgadas,
porque deben mantener la temperatura, ya que el blanco debe servirse más fresco
para percibir mejor las notas frutales. Independientemente del tamaño, si la
copa es algo más cerrada en su parte superior, los aromas se aprecian mejor, ya
que son sustancias volátiles y esta forma en la copa evita que se pierdan
rápidamente.
Material y grosor. Lo recomendable para que el vino esté en óptimas condiciones es que la
copa de vino sea de cristal fino, con un grosor de menos de un milímetro. Así
es más agradable al tacto y al paladar. No obstante, en función de las notas
que se quieran potenciar, dependiendo del vino, la copa dispondrá de un
diámetro u otro.
Forma. El fondo de la copa debe ser ancho y redondeado y más cerrado arriba. De
este modo se airea y libera sus propiedades, sin que se volatilicen
rápidamente.
Color. Las copas deben ser lisas —sin dibujos grabados en el cristal—,
transparentes e incoloras, para poder apreciar el vino en su totalidad: su tono
real, que no haya nada extraño, ya que la fase visual nos va a ir diciendo
cosas sobre el tipo de vino y el estado en el que se encuentra, sobre todo
fijándonos en el ribete (parte exterior del vino) que forma a través del
cristal.
Tallo. Otro truco de un buen sumiller es que las copas se cogen por el tallo o
base para no calentar el vino con las manos ni ensuciar el cristal, por lo que
idealmente, debe ser largo. De este modo no se transmiten otros aromas.
La limpieza. Otro punto a tener en cuenta es cómo limpiar la copa después de su
utilización. Debe ser con agua tibia y dejarla escurrir boca abajo. Después,
guardarla en un sitio seco para que no coja olores.
Y ahora sólo queda disfrutar del caldo…
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