Aunque últimamente en las redes se venga afirmando que
la fruta, si la tomamos de postre engorda, no hay ninguna prueba científica que
lo demuestre al no haber pruebas científicas de que la fruta nos hace engordar si
la consumimos después de las comidas. Quienes lo sostienen han difundido la
creencia de que la fruta fermenta en el estómago y acaba convirtiéndose
en azúcar que el cuerpo
almacenará en forma de grasa. Es decir, la fermentación multiplica el aporte
calórico de la fruta.
Esta creencia no tiene consistencia científica, ya
que la fruta contiene siempre las
mismas calorías, la consumamos antes, durante o después de comer. A eso
hay que sumar el poder saciante que tiene la fruta. Dado que contiene altas
dosis de fibra, hace que el
estómago tenga una sensación de estar lleno mucho antes, lo que nos evitará
comer menos de otras cosas. Por eso la fruta puede ser el colofón final a una
comida, pues si nos hemos quedado con hambre podemos saciarla tomando una pieza
de fruta. Lo que debemos tener en cuenta es el número de calorías que aporta
cada tipo de fruta, ya que cada una tiene unos niveles distintos. Elegir las
menos calóricas es una buena alternativa para evitar ganar peso. Y no sólo eso,
recientes y amplias investigaciones, constatan que tomar más unidades al día,
sea a la hora que sea, previene
la obesidad, además de disminuir el riesgo de padecer
diversas enfermedades crónicas,
por lo que los nutricionistas recomiendan su ingesta diaria.
Queremos dejaros la información de las propiedades, de
las frutas que habitualmente consumimos, esperando os resulte interesante y
sobre todo refrescante.
Albaricoque.- Además de un gran porcentaje de
agua, poseen una cantidad elevadísima de vitamina A. Es un alimento muy
depurativo que ayuda a eliminar toxinas y combate la formación de radicales
libres, minimizando el riesgo de cáncer. Incluirlos en la dieta, por su alto
contenido en hierro, nos ayuda a combatir la anemia.
Arándanos.- Gracias a los polifenones que contienen, esta fruta es perfecta para combatir la obesidad. Muchos estudios avalan este alimento para evitar la adipogénesis (desarrollo de las células de grasa) porque descompone los lípidos. Por si fuera poco, también se ha descubierto que su consumo retrasa los síntomas del párkinson, gracias a su riqueza en fibra,
flavonoides y antioxidantes.
Frambuesas.- Son ricas en vitamina C y B,
antioxidantes, potasio y fibra. Son un alimento excepcional para perder peso y
es beneficioso para prevenir el cáncer. También es ideal para conservar la
vista debido a su alta cantidad de beta-carotenos y alfa-carotenos.
Fresas.- Es la fruta con más líquido, con
un 91,3% lidera el ranking. Dentro de sus propiedades, se ha demostrado que
ingerir fresas regularmente disminuye el colesterol malo, protege de los rayos
ultravioleta, reduce el daño que causa la ingesta de alcohol en la flora
gástrica y mejora la oxidación en sangre.
Melocotón.- Con su 88% de agua,
es la quinta fruta más refrescante. Contiene altas dosis de vitamina C, lo que
ayuda a prevenir la formación de radicales libres (precursores del cáncer) y mejora la
textura de la piel ayudando a la creación de colágeno. Para los diabéticos
también es beneficioso, pues ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre,
y, además, es rico en fibra y potasio, por lo que es estupendo para fortalecer
el corazón y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Melón.- Contiene un 90% de agua y es muy
diurético, por lo que ayuda a eliminar de forma natural las toxinas. Su alto
contenido en antioxidantes que ayudan a prevenir el cáncer, junto con su aporte
en fibra y minerales, lo convierten en una fruta más que apetecible.
Naranja.- Los últimos estudios afirman que
un buen zumo por la mañana, mejora
el humor y nos llena de energía. La naranja, al igual que el pomelo, contiene
flavonoides que reducen los riesgos de enfermedades cardiovasculares. Otro
beneficio es su alta cantidad de citratos, que ayuda a que no se formen piedras
en el riñón.
Piña.- Con un 85% de agua y una alta
cantidad en beta-carotenos, que previenen el asma. También contiene potasio y
vitamina C, por lo que ayuda a que no aumente la presión arterial y a prevenir
el cáncer gracias a los antioxidantes.
Pomelo.- Además de su 91% de agua, contiene altas cantidades de vitamina
E y C, por lo que es un excelente antiinflamatorio. También al contener
hesperidina, reduce el riesgo de infarto.
Sandía.- Con un 91.2% de agua se lleva el
segundo puesto. Al consumirla, al contener grandes cantidades de vitamina A y C
es un alimento ideal para combatir el asma, prevenir el cáncer, reducir la
presión arterial y ayuda a tener una buena digestión. Los últimos estudios, por
sus efectos, la comparan con la viagra, por su alto contenido en citrulina, con
lo que ayuda en la disfunción eréctil.
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