Viajar con
seguridad.-
Según
la OMS, cada año mueren 1,2 millones de personas en el mundo por accidentes de
tráfico, siendo la causa principal de muerte en personas menores de 40 años.
En
España, el aumento de la concienciación progresiva de los conductores y
peatones, ha hecho que la cifra de accidentes haya ido disminuyendo en los
últimos años.
No
obstante, no debemos bajar la guardia y sí conocer que el viajar con seguridad
depende de 3 elementos claros: el humano, el vehículo y el medio o vía de
circulación. Cada vez está más demostrado que está muy en nuestras manos la
prevención de accidentes de tráfico, aplicando simples medidas preventivas que
aun siendo de Pedro Grullo, a veces inconscientemente dejamos de lado.
Medidas preventivas de
accidentes de tráfico.-
- Evitar
distracciones como llamadas telefónicas,
conversaciones con los pasajeros, mirar mapas,…
- No
consumir alcohol, pues ralentiza nuestros reflejos, provoca
excitabilidad y posterior relajación excesiva.
- Cuidar
el consumo de medicamentos: tranquilizantes,
antihistamínicos, antihipertensivos, colirios oftálmicos,… Siempre es
recomendable consultar a nuestro médico.
- No
consumir drogas: heroína, cocaína, marihuana,… pues
alteran nuestra capacidad mental, física y psíquica.
- Combatir
las alteraciones del sueño como insomnio,
somnolencia y apneas. Estos problemas deben ser tratados médicamente.
- Respetar
las normas de conducción y tráfico: velocidad adecuada,
distancia de seguridad, luces del vehículo,…
- Cuidado con las condiciones meteorológicas adversas
como lluvia, nieve, viento,…
- Elegir
las mejores carreteras. Las vías mal asfaltadas,
estrechas o dificultosas complican la conducción.
- Revisar
el coche antes de salir de viaje: frenos, luces,
cinturones de seguridad, reposacabezas, airbag, sillas para niños,…
¿Qué debemos
hacer en caso de avería?.-
Cada vez con más frecuencia, en el parque de vehículos
en España, aumentan las probabilidades de sufrir averías; debido a que los
conductores cada vez más apuran el uso de sus vehículos, siendo cada vez más
frecuente encontrar circulando coches que superan los 10 años de edad.
Si estamos en este caso o si simplemente nuestro coche
empieza a tener ruiditos extraños o a dar problemas en nuestros desplazamientos,
no tenemos que dejarnos llevar por los nervios o el mal humor del “momento
avería”. Mantengamos la calma y actuemos respetando las normas.
Recordemos lo que todos ya sabemos: para evitar que nuestro
coche deje de funcionar repentinamente, lo mejor siempre será, tener nuestro
vehículo en perfectas condiciones. Si llevamos a nuestro vehículo al taller con
la frecuencia necesaria para pasar sus oportunas revisiones, será más difícil
que nos deje tirados en la carretera.
Siempre es conveniente que llevemos toda la
documentación obligatoria y, por supuesto, que nuestro seguro esté en orden y
que además conocemos todas las garantías que nos cubre y ante que problemas
podemos recurrir, pues nos los cubre la póliza.
Si vives en este mundo, estarás al día de las
triquiñuelas de las compañías. No todas ofrecen asistencia cuando tu vehículo
sufre un pinchazo o se detiene en la carretera, mientras que otras cubren
incluso el trayecto y la estancia de un hotel si estás fuera de casa y
necesitas alojamiento. En fin, que como bien se dice: “Nadie da duros a cuatro
pesetas”, y menos las compañías de seguros, por lo que no estará de más cuando
contratamos o renovamos nuestra póliza, comparemos y tengamos en cuenta el
precio, pero también las coberturas que nos dan. Si tu póliza está a punto de
caducar y te preocupa que no cuente con este tipo de asistencia, siempre puedes
buscar una nueva que sí lo haga o que cumpla con cualquier otro servicio que
vayas a necesitar. A veces merece la pena y resulta más rentable cambiar de
compañía.
Pero… ¿qué pasa si nuestro coche se
avería mientras conducimos?
Cuando tu vehículo empieza a sufrir problemas, lo más seguro
es que nos vaya “avisando” y tengamos tiempo de detectarlo y llevarlo a un
taller sin tener que recurrir a la grúa. Pero si deja de funcionar sin avisar y
de forma repentina mientras conducimos por la ciudad, superado el primer
enfado, conseguir ayuda nos resultará fácil. El problema gordo se dará si nos
deja tirados en carretera, donde estaremos expuestos a situaciones más
peligrosas.
Si vemos que se encienden uno o más testigos de avería
en el cuadro de control de nuestro vehículo, que el leve ruidillo se ha
transformado en ruidazo, y notamos que nuestro coche está a punto de sufrir una
avería, tendremos que pararlo. Lo mejor es que lo apartemos al arcén, lo más
alejado de la vía o nos desviemos si fuese posible por la primera salida, en
caso de que circulemos por una autovía o una autopista. Una vez aparcado, encenderemos
las luces de emergencia y, si fuese de noche, también encenderemos las de
posición.
Tendremos que señalar la avería, sacando los
triángulos de emergencia. Aunque colocarlos es muy sencillo, no está de más
recordar que: en autopistas o autovías debemos colocar un triángulo a una
distancia mínima de 50 metros de la parte trasera del coche, pero que en
carreteras de doble sentido, tendremos que poner también uno en la parte de
adelante. Nunca debemos olvidar que siempre que estemos fuera del coche tendremos
que llevar puesto un chaleco reflectante. El no ponérnoslo, llevará consigo poder
ser multados, pero lo más grave, que otro conductor no nos vea y provocar un
accidente.
Cuando todo esté señalizado, ahora sí, llega el
momento de contactar con nuestro seguro o con un servicio de asistencia en
carretera. Mientras esperamos, deberemos mantenernos fuera de la zona de
circulación y preferiblemente dentro del vehículo con los cinturones puestos,
salvo que esté parado en la calzada. Si se sale fuera, se permanecerá detrás
del guardarraíl con el chaleco puesto.
Ante todo, se debe mantener la calma mientras se espera
que llegue la ayuda y siempre, siempre, actuar con precaución, potenciando
nuestra propia seguridad, la del resto de los ocupantes y la de los demás
vehículos que circulen por la vía.
No está demás, por último recomendar que antes de
iniciar un viaje por carretera, repasemos el estado de nuestro vehículo
(ruedas, luces,…) y que repasemos estas simples medidas de actuación si se
produce un daño en el vehículo. De esta forma, evitaremos mayores sufrimientos.
Porque no todos conducimos de la misma forma, y mucho menos tenemos la
misma actitud al volante, esperamos
podáis seguir estos consejos que os permitirán poder seguir visitándonos y nosotros
disfrutemos de vuestra presencia.